A la hora de abordar la salud oral de los niños, lo primero será evitar que adquieran malos hábitos que puedan deformar sus dientes. Una mala posición lingual, introducir el dedo en la boca o morderse las uñas son ejemplos de acciones que ellos realizan de forma inconsciente y que podrían causar deterioros y deformaciones en sus dientes y su posición.
El cepillado es un momento muy importante y ellos deben ser conscientes, por tanto uno de los objetivos es que adquieran hábitos de higiene desde muy pequeños. Si nuestros niños se resisten, podemos inventarnos algún juego o canción para animarles y consolidar esta rutina en casa. Predicar con el ejemplo también funciona, así que podemos cepillarnos en su presencia para que sean más conscientes de la importancia de la salud dental a cualquier edad.
Si queremos evitar caries, debemos reducir el uso de azúcar. Para ello, buscaremos sustitutos que sacien sus ganas de consumir dulce, por ejemplo con chocolate negro, verduras dulces, zumos naturales o frutas.
En general no sólo hay que evitar el exceso en el consumo de azúcar sino controlar y vigilar su alimentación. Una dieta saludable fortalecerá sus dientes y encías gracias a nutrientes como el calcio, fósforo o la vitamina D.
Visitar con cierta periodicidad la consulta del dentista también es muy importante para cuidar la salud bucal de nuestros niños y niñas. Los especialistas odontólogos podrán detectar cualquier anomalía y determinar de forma temprana si necesita algún tratamiento.